miércoles, 3 de enero de 2007

El Virrey, el Espía Ruso y otra fauna.

Existen en nuestra querida ciudad muchos y variopintos seres, por llamarlos de alguna manera, que forman una amplia y peculiar fauna.

El primero, por esperpéntico, llamativo y descarado no podía ser otro que Don Francisco Javier Corrionero Sánchez, heredero universal e internacional único de todo el planeta terráqueo del V Virrey de Sicilia. Este individuo comenzó a pregonar a los cuatro vientos su consaguinidad “directa” con el Virrey de Sicilia durante la XV Cumbre Hispanoamericana celebrada en octubre de 2005. Al principio la “Fragoneta” solo estaba cubierta de algún que otro cartel amenazador hacia aquellos que se adueñaron ilegalmente de “su” herencia, pero poco a poco fue cubriéndose y añadiendo distintivos, cintas, banderitas, corona, cartelones, luces de colores, hasta incluir en su repertorio lo que es la obra maestra de todo el ganado personajístico charro, el remolque, enfundado en su historia, forrado en texto contando como el encadenado al Santiago Bernabéu perdió su herencia histórica a manos del Opus Dei en un complot con la ONU, los gobiernos, la CIA, el Vaticano, la UNESCO e incluso la mismísima NASA entre otros.
Su furgoneta se puede ver fácilmente circulando por la ciudad, o aparcada en los solares del Túnel de la Televisión, en la confluencia del Paseo de la Estación y la Avenida de Portugal, cerca de la casa donde su “Alteza” reside junto con su compañero de luchas y reivindicaciones, un pulgoso cánido que le acompaña sentado en el asiento de copiloto allá donde vaya. Sin duda alguna, un esperpento humano difícil de superar en cualquiera de sus facetas.

Otro gran personaje faunístico salmantino es el Espía Ruso, mendigo harapiento dotado de un gorro cosaco que, con su peculiar forma de deambular entre la niebla buscando artilugios en los contenedores, bien podría ser un ex espía de la KGB exiliado de la madre Rusia tras la Guerra Fría. No cabe duda que, bajo ese abrigo y toda esa marabunta de trapos que lleva encima, oculta más de un AK-47 o cualquier otro tipo de Kalashnikov con el que levantar la tapa de los sesos a todo aquel portador de plutonio que se acerque a menos de medio kilómetro a la redonda. No se le conoce domicilio alguno, pero es bien seguro que posee más de un bunker donde ocultar un amplio arsenal en la ciudad. Suele vagar ebrio de vodka por los alrededores de la Plaza de Madrid.

Estos son solo algunos de los ejemplos de los fenómenos contra los que tiene que luchar un habitante cualquiera de esta nuestra maravillosa ciudad a diario.
Toda una aventura el pasear por las bellas calles salmantinas…

2 comentarios:

Lucano dijo...

Ya tenía ganas yo de saber algo del famoso Virrey de la horterez. Al espía no tengo el gusto o el disgusto de conocerle. Espero más relatos faunísticos.

Anónimo dijo...

Eres un pedante de mucho cuidado. Si no tienes nada mejor que escribir no lo hagas y ahórranos a todos el disgusto de tener que leer tus líneas.
Deja de meterte con la gente, y con los perros (la paja del ojo ajeno) y empieza a escribir con un poquito de coherencia y mejor estilo (la paja en el propio). Y si no te gusta lo que estas leyendo, pues madruga y te tiras al río (Tormes, por supuesto) y de este modo podrás pasar a formar parte de la fauna del mismo.