miércoles, 18 de abril de 2007

Spa-Francorchamps 1995

Nada hacía presagiar un duelo entre Schumacher y Hill en el polémico Gran Premio de Bélgica de 1995, el alemán partía decimosexto en la parrilla de salida, ocho posiciones por detrás del británico. Mientras, por delante, Gerhard Berger y su Ferrari salían primeros bajo la lluvia, acompañados del otro Ferrari bajo el mando de Jean Alesi, una escena totalmente inusual, puesto que en aquella época los bólidos rojos no eran precisamente los más rápidos.

La situación era complicada para Michael, que decidió jugarse la carrera apostando por calzar gomas lisas cuando aún la pista estaba mojada. La táctica era sencilla, aguantar unas vueltas con slicks mientras se secaba la pista y luego recuperar el tiempo perdido cuando el resto entrase a cambiar los neumáticos mojados, que acababan de calzar, por lisos.

La carrera se puso al rojo vivo cuando en la vuelta 22 Hill apareció detrás de Schumacher girando diez segundos por vuelta más rápido que el alemán. Solo tenía que superarle fácilmente y volar a por la victoria. No fue así. Schumacher hizo lo posible y lo imposible (también lo legal y lo ilegal) para aguantar su posición durante un par de vueltas, lo suficiente para que Hill no fuese capaz de escaparse. Así, cuando la pista se secó en la vuelta 25, Hill estaba lo suficientemente cerca para ser superado, y vencido, por Michael.

Vueltas 22-23.