martes, 26 de diciembre de 2006

El hogar del Santo Job

La tradición ya va a cumplir seis años, cada miércoles quedamos para cenar juntos en el mismo sitio y a la misma hora, aunque lo de la hora es lo de menos, siempre se llega tarde, y como sabemos donde vamos a estar, solo le importa a los primeros que llegan.

Seis años llevan Lali y María aguantando nuestros gritos, discusiones, salidas de tono y bromas, unas veces discretas, la mayoría escandalosas.
Siempre lo mismo pero cada vez mejor, dos aguas, dos Nesteas, un Sprite y cuatro coca colas, sin agitar, por favor. Seis de patatas, dos perritos, uno sin mostaza, bacon queso, lomo bacon queso, pechuga queso, dos hamburguesas, sándwich y plato combinado, todos servidos, empiezan las risas, y si toca bronca, la bronca.
Se echa la quiniela, para nada, pero hace ilusión ponerle sendos doses a Celta y Pucela en sus respectivas pocilgas. Lluvia de bolas, collejas de Dosu para todo el mundo, menos para Towi, y, si no hace frío, un rato al garaje, si acaso un cubo de agua, descargamos el estrés sacudiendo a Omar y para casa tan contentos, una semana más, con el buche lleno en nuestro segundo hogar.


Santa paciencia la de algunas… y por muchos años.

3 comentarios:

Lucano dijo...

Lo admito, ahora mismo debería estar allí, pero me he saltado este miércoles la tradición. A cambio, la alabo, que se pasan ratos muy buenos con vosotros... y además yo me libro de las collejas de Dosu. Sigamos así muchos años.

Gandalf Reborn dijo...

Esta tradicion es ya tan añeja q no podria vivir sin ella, me da q aunque vayamos solo dos personas (a q si, carda? xD) vamos a seguir yendo siempre xDDD.

Miguel Angel Cardares dijo...

Pues si, a veces es mejor solos que mal acompañados... jajaja